Si quieres aprender a hacer Galletas de vainilla caseras has llegado al lugar indicado. Son muy fáciles de preparar y están riquísimas, motivos por los cuales son tan populares. Además, se pueden decorar de muchas formas distintas para que así les des tu propio toque personal. Y desde ya te avisamos: hay que tener una fuerza de voluntad enorme para comer solo una. ¡Vamos a la cocina!
Ingredientes
- 150 gramos de azúcar.
- 250 gramos de harina de trigo.
- 150 gramos de mantequilla.
- Un huevo.
- Una cucharada o unas gotas de extracto de vainilla.
- Una cucharada pequeña de polvo para hornear o cualquier otro tipo de levadura.
Cómo hacer Galletas de vainilla
- En un bol o bowl mezclamos el azúcar y la mantequilla. Podemos hacerlo a mano o usar una batidora eléctrica, como prefiramos.
- Añadimos el huevo y la vainilla a la mezcla.
- Agregamos la levadura y la harina de trigo lentamente, removiendo sin parar hasta obtener una pasta fina y homogénea.
- A continuación, introducimos la masa de Galletas de vainilla en el frigorífico durante un par de horas para que ponga dura.
- Cuando falte poco, ponemos el horno a precalentar a 180º.
- Sacamos la masa y la extendemos con ayuda de un rodillo hasta conseguir el grosor adecuado.
- Cortamos las galletas con un molde, vaso o cuchillo en función de la forma y tamaño que queramos darle.
- Engrasamos una bandeja para hornear y colocamos las galletas guardando la suficiente distancia entre ellas, ya que después se harán más grandes.
- Metemos la bandeja en el horno y cocinamos durante 15 minutos.
- Finalmente, sacamos las Galletas de vainilla del horno y dejamos que se enfríen a temperatura ambiente. Si no puedes resistirte a la tentación de probarlas antes, ten cuidado de no quemarte.
Es importante tener en cuenta que no todos los hornos funcionan a la misma temperatura aunque así lo marquen. Por este motivo, tenemos que estar atentos a nuestras Galletas de vainilla artesanales, que podrían requerir más o menos tiempo de horneado que el mostrado en la receta. Si los bordes comienzan a ponerse dorados es que están en su punto.
Estas galletas se pueden disfrutar solas, con un vaso de leche o una taza de té en cualquier momento del día. Son un aperitivo o un postre ideal, además de servir como base para gran cantidad de tartas en repostería. A partir de esta receta básica podrás agregar otros ingredientes de tu elección, como por ejemplo trocitos de chocolate o frutos secos, que cambiarán por completo la textura y sabor de este plato. En cuanto a la conservación, dentro de un recipiente hermético aguantarán sin problemas hasta una semana.